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Renovación de una instalación eléctrica antigua, Por Electricistas Madrid Económicos

Son muchas razones diferentes para decidir renovar una instalación eléctrica:

  • La primera razón tiene que ver con la estética, el aspecto de los enchufes e interruptores de la luz que a menudo están estropeados: los enchufes que se salen de la pared al sacar la clavija son, por desgracia, una imagen habitual en las viviendas antiguas.
  • Otra razón es la escasez de enchufes, el deseo de añadir nueva iluminación en otra habitación o la necesidad de instalar electrodomésticos de mayor potencia que deben alimentarse desde circuitos independientes. Las vitrocerámicas y los calentadores de agua son ejemplos típicos. Además, suelen necesitar una fuente de alimentación trifásica, lo que a su vez significa que necesitan cables de 5 hilos en lugar de los típicos cables de 3 hilos.

Cada una de las situaciones descritas requiere un ámbito de trabajo diferente. La disposición de aceptar el coste y los posibles inconvenientes de una renovación también es diferente. No obstante, siempre hay que recurrir a empresas de electricistas Madrid profesionales.

Instalación eléctrica: ¿cuál es la normativa?
La cuestión principal es investigar con qué normativa se hizo la instalación eléctrica antigua. Lamentablemente, hasta los años 90, la normativa era los cables de 2 hilos de aluminio en lugar de cobre. Además, había una típica ignorancia: pocos circuitos eléctricos, enchufes inadecuados (por ejemplo, sólo dos por habitación, e incluso en la cocina) así como puntos de luz.

Los cables de aluminio de los enchufes y la iluminación deben sustituirse, ya que son inseguros: se rompen con facilidad, se oxidan y se aflojan en las conexiones, lo que puede incluso provocar un incendio. En el pasado, se utilizaban por falta de dinero: las normativas de esa época estipulaban el uso del aluminio por ser más barato que el cobre.

Actualmente, se pueden utilizar conductores de aluminio si su sección transversal supera los 10 mm2. Pero este valor es típico no para los conductores de un enchufe o una lámpara de araña, sino para toda la conexión eléctrica de un edificio.

Para cumplir las normativas vigentes, todas las tomas de corriente deben estar conectadas a tierra (con una clavija), suministradas con conductores de 3 hilos, con un conductor de protección separado y aislamiento.

Otro problema es la escasez de enchufes y circuitos habituales en las viviendas antiguas, sobre todo para los electrodomésticos de mayor potencia y/o instalados permanentemente como: lavadoras, frigoríficos, lavavajillas, etc. Dependiendo de la situación, se puede aumentar el número de enchufes en los circuitos existentes, se pueden expandir nuevos circuitos desde el cuadro de distribución o resulta que el alcance de los cambios y alteraciones es tan grande que, en lugar de basarse en el cableado existente, es mejor expandir un cableado completamente nuevo. No es necesario retirar el cableado antiguo de las paredes, basta con cortar el suministro eléctrico.

Las instalaciones eléctricas antiguas requieren la incorporación de equipos de protección en el cuadro eléctrico. Una mala solución es un único disyuntor diferencial para proteger toda la casa. En la mayoría de los casos, tampoco hay descargadores de sobretensión.

¿Elegir una nueva potencia o una antigua conexión?
Si, al reformar, se quiere instalar electrodomésticos de gran potencia (cocinas, calentadores de agua, calefacción eléctrica) no sólo habrá que revisar la instalación interior, sino también la conexión entre la casa y la red eléctrica, y posiblemente realizar cambios.

Aumentar la potencia asignada y posiblemente cambiar la conexión requiere un acuerdo con la compañía energética.

En la actualidad, de 12 a 15 kW se considera una asignación propia cuando no hay electrodomésticos de gran potencia en la casa. Si se utilizan calentadores de agua instantáneos, este valor debe duplicarse como mínimo hasta 40 kW. Lamentablemente, no es posible una gran asignación de potencia en todas partes, aunque sólo sea por el mal estado de la red de baja tensión. Recurrir a un electricista determina cuánta potencia se necesitará y, por supuesto, le aconsejará qué electrodomésticos utilizar.

A veces también es posible evitar un aumento excesivo de la carga momentánea utilizando los llamados interruptores de prioridad. Con ellos, cuando se enciende un aparato (por ejemplo, la vitrocerámica) se apaga otro (por ejemplo, un calefactor).

Cuadro eléctrico
Todos los circuitos tienen su origen en el cuadro eléctrico. Por eso en los trabajos eléctricos suele implicar su sustitución. Pocas personas tienen la previsión de utilizar un modelo grande, al que se le pueden añadir accesorios adicionales. Los cuadros eléctricos muy antiguos, sin los rieles de montaje normalizados hoy en día, con fusibles atornillables tradicionales, sólo son aptos para su sustitución.

¿Cómo debe ser el nuevo cuadro eléctrico? Sobre todo, debe ser lo suficientemente grande y eso significa dejar espacio para al menos algunos módulos.

El cuadro eléctrico también debe estar claramente etiquetado: qué aparato es responsable de qué, qué cubre cada circuito. Esto se apreciará no sólo en caso de futuras modificaciones, sino incluso en las averías.

Por último, cualquier instalación eléctrica doméstica debe ser segura y hay que tener en cuenta que se suele utilizar por personas que no están familiarizadas con el sector eléctrico, sino que son potencialmente imprudentes y no son conscientes del peligro que esto conlleva. Hacer caso omiso de las normativas de seguridad o tratar de economizar en este tipo de equipos significa poner en peligro la vivienda y la de los miembros del hogar.

Las normativas de seguridad han cambiado mucho a lo largo de los años, y no es sencillo seleccionar e instalar los dispositivos de seguridad correctos. Sin duda, es una tarea para los electricistas expertos.

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