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Eliminar el amianto para salvaguardar la salud

En la búsqueda constante de ambientes más seguros y saludables, la importancia de eliminar el amianto se ha destacado como una tarea imperativa en la gestión de riesgos medioambientales y de salud pública. 

El amianto, también conocido como asbesto, abarca seis minerales silicatos. Dadas sus propiedades fibrosas e ignífugas (resistente al calor y al fuego), la industria de la construcción comenzó a utilizarlo en diversos productos como fibrocementos, filtros, componentes mecánicos, tuberías, aislantes y elementos mecánicos ferroviarios, entre otros. Su eliminación no solo aborda los peligros inmediatos asociados con la exposición, sino que también contribuye a la prevención de enfermedades graves y mortales, como la asbestosis y el mesotelioma.

Es clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un cocarcinógeno, lo que significa que es un agente externo con la capacidad de causar cáncer, similar al tabaco. Entre las enfermedades asociadas con la exposición se encuentra el mesotelioma maligno, un tipo de cáncer que afecta la pleura y el peritoneo.

Su eliminación es esencial para mitigar los riesgos para la salud pública, ya que las fibras liberadas por materiales deteriorados pueden ser inhaladas y alojarse en los pulmones, causando daños a lo largo del tiempo. La exposición prolongada a estas fibras está directamente relacionada con enfermedades respiratorias graves, y la erradicación eficiente de estructuras y materiales que lo contienen es clave para prevenir la liberación continua de estas partículas perjudiciales.

Retirarlo de forma segura requiere un enfoque meticuloso y profesional. En primer lugar, se debe realizar una evaluación exhaustiva para determinar la presencia y el estado del amianto en la estructura o material en cuestión. Luego, se deben seguir protocolos específicos para la gestión de residuos peligrosos, asegurando una manipulación cuidadosa y el uso de equipos de protección personal. La contratación de profesionales capacitados en la remoción, como es el caso de Akanto, es esencial para garantizar la seguridad y minimizar la exposición. Además, es crucial cumplir con las regulaciones locales y nacionales relacionadas con su eliminación. Este proceso riguroso garantiza una gestión segura y responsable de este material peligroso, protegiendo la salud pública y el medio ambiente.

Además de los riesgos para la salud humana, ésta tarea aborda la protección del medio ambiente. La presencia de este contaminante en edificios, suelos o aguas residuales puede resultar en la liberación de fibras al aire o la contaminación del suelo y el agua, afectando negativamente a los ecosistemas circundantes. La eliminación adecuada y segura evita la dispersión de estas fibras y contribuye a la preservación de la calidad del aire y del entorno natural.

Desde Akanto INSIDE señalan: “Es de común conocimiento que la retirada de amianto puede ser un proceso delicado y complejo. Nuestro equipo está altamente capacitado en el uso de técnicas y herramientas apropiadas para la extracción, encapsulamiento, precintado, transporte y eliminación en vertedero autorizado.

La gestión efectiva implica no sólo la eliminación de materiales existentes, sino también la implementación de medidas preventivas para evitar futuras exposiciones. La conciencia pública y la regulación gubernamental son fundamentales para establecer estándares de seguridad y fomentar prácticas de eliminación responsable. La formación de profesionales especializados en la manipulación y eliminación es esencial para garantizar que se sigan los procedimientos adecuados, minimizando los riesgos tanto para los trabajadores como para la comunidad en general.

A medida que se avanza en la erradicación de estructuras que contienen amianto y se implementan medidas preventivas, se da un paso crucial hacia entornos más seguros y sostenibles. La concienciación, la colaboración entre sectores y la adhesión a regulaciones específicas son claves para abordar este desafío de manera integral y asegurar un futuro más saludable para las generaciones venideras.

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